El instrumento tiene unos 120 años de antigüedad y fue fabricado en Valencia
El arquitecto Ignacio G. Dávila ha donado a Vilamuseu un piano de la casa solariega de la familia Aragonés que data de hace unos 120 años. El instrumento fue recogido de dicho inmueble el pasado jueves por parte de los Servicios Técnicos Municipales y personal de Vilamuseu.
El instrumento donado es un piano de 85 teclas (7 octavas) construido en Valencia en la fábrica Pedro Gómez e Hijo entre 1887 y 1909. Entre estas fechas la fábrica ostentó ese nombre tras heredarla Pedro Gómez Torrent, al fallecer su padre Pedro Gómez Peralta, que la había fundado en 1830, en pleno apogeo de los pianos en España. La de Pedro Gómez fue la primera fábrica de Valencia, de forma algo tardía respecto a otras ciudades como Madrid, donde ya ejercían veinte talleres
A la vuelta de un viaje a Francia Pedro Gómez implantó en su fábrica el sistema de mecanismo de repetición patentado por Sébastien Érard en 1821, así como comenzó a producir, además de los tradicionales pianos de sistema inglés de cola (orientados a la aristocracia y auditorios públicos) y de mesa (más económicos, preferidos por la alta burguesía), un tercer tipo: el piano vertical, de mayor prestancia y calidad decorativa y que acabará imponiéndose al piano de mesa. Es precisamente el tipo de piano que compraron los Aragonés, que frecuentemente residían en Valencia.
La pieza ha sido trasladada al almacén de cuarentena de Vilamuseu; una estancia a la que se accede desde el pasillo exterior del nuevo edificio, y que está aislada del resto del mismo, dado que se utiliza para la eliminación de insectos como termitas o carcoma de las piezas antiguas de madera, previamente a su traslado al interior de los almacenes del museo. De este modo, se evita que contaminen al resto de piezas almacenadas. En este almacén de cuarentena permanecerá un tiempo mientras la restauradora municipal, Mª José Velázquez, realiza los oportunos tratamientos de restauración y conservación, y la pieza es investigada y registrada en el Sistema Español de Inventarios Domus por la responsable de Conservación, Amanda Marcos. Los trabajos de traslado han sido coordinados por la técnica de Etnografía de Vilamuseu, Mª Jesús Marí, con la inestimable ayuda del conserje del museo, Felipe Marco.
La pieza ha sido donada por el actual propietario del inmueble, el arquitecto Ignacio G. Dávila, que adquirió la vivienda directamente al último Aragonés, Pedro Aragonés Urrios, hace 25 años. Fue durante siglos la residencia principal de esta histórica familia, a la que perteneció la hoy Casa Museo la Barbera dels Aragonés, que atesora un excepcional patrimonio de esta familia desde el siglo XVII. La Barbera fue originalmente su residencia rural, para convertirse finalmente en un palacete al que trasladaron sus posesiones más preciadas, muchas de ellas procedentes de la vivienda de la plaza de Castelar, la antigua Plaza Mayor de la Vila.
Los Aragonés poseían el rango de ciutadans d’immemorial, equivalente a los hidalgos castellanos, es decir, la baja nobleza de la Corona de Aragón. Según sus Reales Despachos de Armas, llegaron a Villajoyosa en el s. XIII con la Reconquista. Desempeñaron altos cargos políticos y militares durante siglos, para desaparecer sin descendencia a finales del s. XX. El patrimonio de la familia Aragonés es muy relevante porque durante siglos conservaron con celo todos los objetos que poseían, conformando un importante legado que abarca desde las artes decorativas a la indumentaria histórica, la fotografía antigua o el archivo documental, y que es un fiel reflejo de la historia de Villajoyosa y de España durante los últimos siglos.
